Avellaneda, Noviembre 2012
HOMENAJE AL GRAN POETA ARGENTINO
ROBERTO DÍAZ
Por Matías Mauricio
El miércoles 7 de noviembre, el ya mítico
Teatro Roma de Avellaneda, fue sede del “justo y necesario” homenaje al gran
poeta argentino Roberto Díaz, cumpliéndose un año de su camino hacia “el gran
silencio”.
Familiares, poetas y amigos nos dimos cita,
con la hermosa excusa de la aparición de una nueva ternura de Roberto, es
decir: un nuevo hijo-libro; “Páginas escogida” (texto seleccionados por el autor),
de la Editorial Andrómeda, con hermosos detalles de cómo y cuándo y en qué
circunstancias dio a luz sus textos.
Se lo recordó como se debe recordar a un
verdadero artista: con música y poesía: La guitarras de Nazareno Altamirano
trío, los cantores Esteban Riera, Claudio Ferrer, Bracamonte, entre otros; los
poetas Eugenio Mandrini, Oscar Agosti, Haydee Breslav, Horacio Ramos y el gran
artista plástico Pedro Gaeta, dieron su música, su canto y sus testimonios en
torno a la amistad y poética de Roberto.
Las líneas que a continuación se presentan,
quieren ser una caricia, una semblanza al amigo que tanto nos enseñó:
Roberto Díaz – “Ahora un
ángel con alas de bohemia”
No sé en qué cuenco de luz andarás, no sé si alguna vez te voy a encontrar
entreverado en el abrazo de otro amigo, o al doblar una esquina neblinosa o en
la última lágrima de esos perros vagabundos que tanto amamos. No lo sé.
Lo cierto es que hace un año te caíste del alma y “esto no tiene reposición”
como dicen que dijo Barquina cuando la muerte de Homero. Porque un encuentro
con vos Roberto, era como entrar a un circo donde todo es posible: siempre la
palabra justa, el abrazo gordo, la poesía al filo de la mesa, el vino
compartido, en fin, talismanes misteriosos qué ibas sacando de tu chistera o de
tu barba.
Con vos también se me fue el amigo bohemio, el que visitaba a Raúl González
Tuñón, el que fue arte y parte del grupo literario “El pan duro”, el editado
por “La Rosa Blindada, el traductor de Shakespeare, el cantado por el Polaco
Goyeneche, el que se encontró con Roberto Santoro días antes de su
desaparición… puta madre si era lindo conversarnos.
Ya sé Roberto… pero es inevitable no citar ahora los versos de Raúl esos que
terminan diciendo: “Los que le vieron dicen que murió como un niño./ Para él
fue la muerte como el último asombro./ Tenía una estrella muerta sobre el pecho
vencido,/ y un pájaro en el hombro”. (El poeta murió al amanecer).
PD: Te sigo esperando Roberto, sabe que te
quiero mucho. Mati (como te gustaba llamarme).
Se Llamaba Juan - MILONGA
Letra: Roberto Díaz / Música: Reynaldo Martín
Él se llamaba Juan y era mi amigo,
casi desde la cuna creció conmigo,
juntos cruzamos vientos y primaveras
noches sin fin, soñando tanta quimera.
Él se llamaba Juan y era tan bueno
que el dolor de la gente no le era ajeno,
jugaban muchos pibes en su sonrisa
y el corazón sobraba en su camisa.
Un día, distraído, lo alcanzó el tiempo
y se fue por el alba, sin un lamento.
Me dejó su alegría que es esta llama
yo la enciendo a la noche y a la mañana.
Nunca le llevé flores al cementerio
pero sé que él florece si lo recuerdo.
Él se llamaba Juan y era mi hermano
de esas almas de fierro, que dan la mano,
fuimos los dos de un barrio con gusto a yuyo
donde todo lo mío, era lo suyo.
Él se llamaba Juan y ahora lo extraño
mientras llega el otoño con gesto huraño,
extraño la ternura de aquel abrazo
que me dijo: “A la muerte no le hagas caso”.